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La ESPERANZA de la Profesionalización en una industria en crisis
 
 
La bandera de la profesionalización cada vez seduce menos en una industria de la peluquería que atraviesa la peor crisis de identidad, económica y de liderazgo de la historia en Argentina.
 
 
Los profesionales (así se les adjudica) de la peluquería están preocupados por que observan que las instituciones no encienden esa linterna con una luz de recursos para paliar la situación y siguen en modo pandemia.
 
 
Los Maestros de la vieja escuela, los que cuentan con el expertiz suficiente para dictar clases a un publico que busca recursos técnicos, se ven disminuido por que el mercado esta invadido de personas que ostentan un CERTIFICADO que le proveyó alguna web (son varias) que los acredita a ser INSTRUCTORES internacionales y a cobrar sumas módicas que no llegan al valor de un corte de cabello sus cursos.
 
 
En la zona oste del gran Buenos Aires se puede observar un cartel de una peluquería que tiene su oferta del corte de pelo a $100 invitando a los parroquianos del lugar aprovechar y a no resistirse de dicha oferta, mientras sus competidores azorados piensan (quien puede regular este desequilibrio).
 
 
Las empresas de productos no quedan fuera de este contexto viendo que el mercado 8 de cada 10 productos son marcas alternativas (desconocidas) y sin aprobaciones algunas llegando al bolsillo del caballero y a la cartera de la dama a precios que rondan un 100% menos que los originales.
 
 
Si nos convertimos en PROFESIONALES pero pobres, no hicimos ningún negocio y esto lo debe conocer el colectivo de peluqueros que están transitando por el Reality de quien llega a la meta con el PAPEL firmado que diga PROFESIONALIZACION.
 
Rodolfo Urrea