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El colectivo peluqueril

El gran colectivo imaginario del sector de la peluquería esta con cupo más que completo, su chofer “El desorientado” (así le dicen) sigue parando en cada esquina imaginando que todos son compradores potenciales, de eso se trata crear ciento de miles de peluqueros para venderles un producto, curso, diploma o lo que la mente imagine.

Chofer no ingresa más nadie al “Colectivo” grita desesperada una peluquera que tiene su salón en su casa en un barrio donde cada vez le cuesta más contener a sus clientes, el “Chofer” desorientado también grita “haga usted señora” un lugarcito para que su colega que también lo necesitamos para venderle pueda subir.

En este grotesco relato la idea es comenzar a darnos cuentas que “Somos muchos” una frase de un plataformista internacional refiriéndose al sector de la peluquería y más aún el de la Barbería, sin regulaciones o herramientas que puedan diferenciar lo supuesto a lo real.

La incomodidad de viajar en este colectivo imaginario de la peluquería creo que casi la mayoría de los peluqueros NO siga más marcas, símbolos o instrumentos que en algún momento los invitaba a pertenecer, los eventos con reducidas comunidades que buscan que sus participantes tengan algún hilo conductor que los una, el resto es la invitación de formatos degastados y fisurados.

En el colectivo imaginario viajan sin distinción de categoría algunos con nombres propios que se subieron para que el resto los recuerde y lo aplaudan, mientras viajan cada uno de los pasajeros aprovecha para visitar sus redes sociales y promocionar algún curso que se le ocurrió o copio.

Hace poco tiempo descubrí porque al chofer del colectivo imaginario le dicen el “Desorientado”, desde que se hizo cargo de ese asiento está conduciendo en círculos sin llegar a ningún lado profesionalmente pensando que el viaje es una simple excursión de adolescentes.
Rodolfo Urrea