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La informalidad en el sector de la peluquería

Hace unas horas uno de los países de la región aprueba por unanimidad en su senado de la nación la definición y regulaciones del sector de la peluquería, la observación de los países de Latinoamérica en el crecimiento de informalidad en un sector tan sensible como lo es la peluquería necesita de una ley y un marco regulatorio.

Bastante se manipula el tema de la legalidad de entrega y venta de diplomas o certificados, si los mismos cuentan con los avales pertinentes mientras que otros temas más importantes están creciendo de manera imparable en el sector de la peluquería dejando el tema de un diploma en solo un tema administrativo y de venta como un suvenir.

Los juicios laborales en solo una década crecieron en 78% llevando a que las contrataciones de personal para un salón cayeran estrepitosamente, las habilitaciones de locales comerciales solo el 40% cumple las normas municipales el resto es informalidad pura y dura.

Una profesional española activista de la utilización de productos que no enfermen al peluquero advierte y comprueba científicamente que el aumento de enfermedades al sector de trabajadores de la peluquería aumenta año tras año convirtiéndolo en un oficio de riesgo mostrando que varios de los productos utilizados en un salón son tóxicos.

Hace unos días se descubre un embarque gigantesco de esmaltes para uñas que son los más contaminantes que existen por este motivo su precio es irrisorio y se vende a los salones especializados y peluquería sin control alguno enfermando a trabajadoras y clientas.

Solo el 1% de la peluquería tienen un seguro de riesgo en su local y para sus trabajadores convirtiendo una vez más a la peluquería en un trabajo de riesgo, preguntándonos también si cada vez que asistimos a un evento o curso pagando nuestra entrada esto cubrirá algún seguro dentro de las instalaciones.

Los responsables del sector o formadores de opinión no abordan estas temáticas porque también están desprovistos de la legalidad que se necesita, esperemos que otros países de la región se contagien en cuidar a sus trabajadores que son los peluqueros.
Rodolfo Urrea