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La filosofía del dinero en el sector de la peluquería

Estaba pensando si la economía determina las ideas en el sector de la peluquería o las ideas promueve la economía en la industria, en los últimos cien años en el sector específico la sociedad industrial comenzó con sus diferentes relatos y estrategias.

Las escuelas de peluquería y formadores Maestros de los 80 europeos instalaban que la buena práctica de la peluquería era la herramienta económica de excelencia, mientras la escuela americana instalaba el concepto de que la peluquería es un negocio y necesita de Marketing, posicionamiento, estrategias y resultados.

En este proceso de varias décadas solo algunas entidades como instituciones de peluquería funcionaron como un órgano organizador responsable de un colectivo que crece de manera imparable con nuevos obstáculos todos los días sin resolver por los llamados lideres.

“El culto del dinero” aparece de manera muy fuerte en los 90 cuando algunos manuales de peluquería e instructores, enseñaban como convertirse en peluquero empresario exitoso, algunos formadores de opinión hasta el día de hoy, instalaron solo aventuras dialécticas que se convirtieron en ideología de adquirir la técnica perfecta o utopías de que la gran mayoría de estudiantes puede ser el discípulo de los Maestros consagrados de los 80, nada de esto sucedió.

Es frecuente que Maestros y trabajadores del sector de la peluquería de una misma disciplina comienzan a entender que lo económico debe estar de la mano con el conocimiento y el esfuerzo que implica el saber, tenemos una historia materialista donde las nuevas generaciones de peluqueros abordan de manera contundente que se debe ganar dinero con lo realices, que guiarse solo por la pasión es de filósofos.

La historia de la peluquería después de la década de los 90 hubo cambios de manera casi drástica, hoy en 2025 el miedo a continuar cada vez más con bajos resultados (precios – liderazgos – formadores – clientes) económicos paraliza las tomas de decisiones o nuevos proyectos.

Algunos ya están abandonando la crónica de la batalla de la alta capacitación, diplomas o entrar en la fila de los mejores técnicamente pero no logrando sus expectativas económicas.
Rodolfo Urrea