Una industria sin épica
Cuando observo que la competencia comercial produce miopía en gran parte de los que promueven algún curso o formación por algo muy sencillo, que es: ¡!! Quieren llegar a todos y por igual!!! , en una industria muy diferente en comportamiento de compra, edades, conocimientos, intelectualidad y economía.
Un disparador que me impacto es cuando pregunte al grupo de Peluqueros Activistas en una encuesta, si el colectivo estaba de acuerdo que los Cursos tengan alumnos agrupables de categorías por ser primarios, conocedores básicos o expertos llegando a una segmentación que enriquezca, el gran porcentaje dice estar de acuerdo que de esta manera No se perderá tiempo porque existe la nivelación.
La peluquería siempre fue distintiva y distinguida a la hora de abrir sus puertas para instruir a los trabajadores del sector, esto significa que a pocas personas en esos tiempos se les ocurriría ingresar a un programa de perfeccionamiento para “Profesionales” siendo aún un alumno, esa peluquería tenía Épica y una identidad definida, lo que se llamó por tiempo formación continua y sistemática.
¡!!Hola Chicas!!! Se puede leer en un grupo popular conocido de peluqueros en una red social, me llamo Clara y quiero conocer cómo “hacerme” una tintura en casa, esta pregunta en vez de encender alarmas y alertas entre una comunidad que se proclama “profesionales” termino brindando respuestas varias a alguien que es un consumidor final, es aquí donde comienza a fisurarse esa mística de que el peluquero tiene secretos muy bien resguardados y los clientes deben pagar para encontrarse con ellos.
Como me comentaba un Plataformista internacional hace unos días en un intercambio coloquial, la vulgaridad y el sálvese quien pueda en la industria de la peluquería llego para quedarse y eso es lo que más entristece.
Rodolfo Urrea