Barberías Efecto domino 2020
Las Barberías están cerrando sus puertas comercialmente con un resultado similar al de post Pandemia, algunos expertos abordan la problemática desde la debilidad técnica, otros dicen que la industria ingreso un proceso de curación, sobran Barberías y falta mano de obra profesional.
Las plataformas y redes sociales específicas de Barberos muestran y explican las diferentes decisiones de cerrar sus puertas y poner a la venta herramientas y accesorios de su primer proyecto a un 30% del valor real.
Las cadenas de Barbería que no tienen un formato de franquicias están dejando sus locales a sus empleados por que no lograron recuperar su inversión en el concepto de Economía de Escala, que solo es logrado con un equipo de trabajo casualmente en un rubro de la Barbería que las deserciones de Barberos llegan a un 85%.
Sin dudas el gran negocio es que la puerta de cursos cortos giratoria de la industria de las Barberías este abierta las 24 horas, cada 100 Barberías que cierran otras abren intentando convertirse en un negocio exitoso y rentable.
Cuando hablamos de negocios No olvidar que enseñar Barbería a jóvenes que no lograran sostener su proyecto es muy habitual, como las obras de teatro que repiten la frase “El Publico se renueva”.
La Barbería social que representa más del 60% de la industria, también se está deteriorando donde en un garaje, en una plaza o una parada de ómnibus se encontraba un barbero tratando de lograr algunos pesos, la Barbería está en un proceso de ingresar a convertirse más profesional y dejar lo empírico o la rusticidad de un aprendizaje en el internet o un par de clases.
La peluquería Pura y dura como negocio comercial tiene más andamiajes técnicos por parte de su responsable, que conoce de inversiones, riesgo y la importancia de sostener resultados y calidad a sus clientes, hoy la Barbería está intentando aprender y clonar el camino de las peluquerías.
2024 solo en el país de Argentina cerca de 50.000 jóvenes ingresaron a convertirse en Barberos, solo el 11% logro sus objetivos.
Rodolfo Urrea