Masaje un servicio que pierde posicionamiento
Los primeros dos años posteriores a pandemia se convirtieron en el mejor momento de la industria del masaje, el planeta necesitaba tener conexión con un otro y sentir manos expertas que reaviven el sentimiento social y la relajación.
Esta oportunidad de negocio solo la aprovecharon un 15% de la industria, donde el resto se distrajo con conceptos más vánales y egocéntricos que fueron los campeonatos de masajes, perdiendo de vista el negocio que estaba nuevamente instalado como hace 50 años atrás, que gran parte de la población estaba conectada con un masaje.
Los tiempos van cambiando y nos convertimos de millonarios a pobres respecto a oportunidades en solo unos meses, el cambio de estilo social de las personas con un concepto retro en alimentación, movimiento y relaciones humanas menos toxicas, llevaron a que el masaje quede en la estantería imaginaria de una tienda y que pocos lo puedan observar o comprar.
Se estima que en Latinoamérica sacando algunos países con un hábito arraigado a lo que es un masaje, el resto de las estéticas o Spa el masaje es el servicio menos solicitado, en los 90 las cabinas de masajes con 4 a 5 puestos de trabajo era habitual, hoy la ruta del masaje esta reemplazada por actividades sociales al aire libre.
Algunos datos de interés es que solo el 5% del menú de servicios de algunos Day Spa o estéticas es para solicitar un masaje, que algunos países como Argentina, Chile, Paraguay y Ecuador por nombrar algunos de la región cuentan con miles de Maso terapeutas (masajistas) donde solo el 4% vive económicamente de la prestación de ese servicio.
Los formadores de opinión de esta temática deberán unificar lenguajes y estrategias para llevar el masaje al lugar que se merece, que el Show y los negocios NO son compatibles.
Rodolfo Urrea