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El escenario del negocio de la peluquería

Se observa que miles de personas quieren ingresar a una industria el pensamiento lógico es que la misma es muy rentable entonces apostamos a estar con los ganadores y exitosos.

Cuando aparece por primera vez en los principios de la década de los 90 en una Academia de peluquería la frase de “Rápida salida laboral” es cuando comenzó la industria a perder su esencia de pasión y exclusiva para un grupo de personas que pensaban en la moda y un punto de encuentro social llamado peluquería.

Algunos años atrás se cruzaban dos componentes fuertes en la industria que eran: “Un cliente que gustaba de la peluquería” y un “profesional que entendía y aplicaba resultados a esa clienta”, aquí el GANA – GANA estaba en su máximo esplendor donde un circuito de empresas, eventos, productos y profesionales estaban conformados por guetos del buen gusto, pero también de los buenos negocios.

Las épocas de oro de la peluquería en aprendizajes como también en rentabilidad se perdieron hace más de una década, donde el efecto multiplicador de la OFERTA era considerablemente menor que la demanda haciéndolo seductor donde encontrar a un peluquero o peluquería de confianza era complejo.

Esa simple frase de “Rápida salida laboral” le falto el concepto de un plan, de una formación de equipo, de entender lo que es un talento, la estrategia, lo de ser emprendedor y más aún falto el punto de partida que la peluquería es un negocio a largo plazo y para entendidos en el oficio.

Lo de rápido y económico quebró a nombres propios de la peluquería, franquicias, marcas de productos, mega eventos, hoy la época No es la de Oro es la de las migajas (muy poco para un gran todo).

Cuando leo o escucho por las redes sociales instalar temas como costos, plan de acción o como generar dinero con simples Likes entiendo que los negocios reales de la peluquería son cada vez más reducidos, el resto es un mercado hostil al valor agregado que por lógica se reproduce en pobreza.
Rodolfo Urrea