La verdad: esa mentira útil que circula por la industria de la belleza
En cada relato del algún formador de opinión, maestro o influencer del sector de la belleza aparece varias veces la palabra VERDAD, como efecto de poder en ese mismo instante apropiándose sin dudas del contenido o el saber en se momento que está instalando su discurso.
La caída de los grandes relatos explica el contexto de corto plazo y la mediates que circula en una industria de la belleza empobrecida en lo discursivo, con carencia de confrontación a cualquier indagación (pregunta) que surja de algún oyente o miembro de alguna comunidad con intenciones de aprender, si pregunta demasiado y discute ya es un enemigo.
La abundancia y variedad de información que emiten las redes sociales por cientos de profesionales del sector de la belleza hace que sea imposible anclar de lo que es verdad o dudosa, en cierta forma todas son un hilo conductor.
Están las versiones distorsionadas las que llamo ideología sobre algún tema puntual, esos fanáticos que defienden ciertas prácticas, productos o sistemas dentro de una industria que esta empachada de contenidos obsoletos y otros demasiados revolucionarios sin fundamentos científicos.
La puja de una apropiación de conocimiento y verdad ya está instalado, donde los nuevos profesionales contra los veteranos, las redes sociales están para jugar a desmentir y denostar al otro, NO para aportes de retroalimentación.
Algunos les cuestan entender que se aprende desde las diferencias y no desde las igualdades, hace falta una escuela que promueva la EDUCACION DE IDEAS, somos productos de nuestras experiencias y otros aportan curiosidades teórica actual.
Rodolfo Urrea