El fantasma de la constante improvisación preocupa al sector de la estética en la región
Los grupos masivos en redes sociales de consumidoras que promueven sus disconformidades sobre servicios y tratamientos que recibieron de diferentes estéticas (con nombre y apellido) se suma a la de otros grupos que trata de estafas a profesionales con venta de tecnología y servicios de baja calidad profesional siguen creciendo en una industria que se convirtió en un gran problema de identidad profesional.
Las escuelas de belleza con un crecimiento de un 200% en solo cuatro años, como también instituciones (con un crecimiento del 60%) crecen sin control alguno, sin conocer que aportes concretos realizan al sector de la estética donde la unificación de criterios y lenguajes esta acéfala desde hace cuatro décadas.
Líneas de productos marketineras sin aprobaciones legales, titulaciones sin avales junto al desarrollo de eventos 100% comerciales sin contenidos pedagógicos son los elementos que crecen dejando de lado la misión concreta del sector de la estética que es: Cuidado – profesionalidad – salud y resultados.
Se estima que en la región de Latinoamérica solo se llega a un 35% de resultados en tratamientos de estética donde el 70% del colectivo de profesionales llega a un promedio 40 meses de antigüedad que finaliza con un 72% de auto empleos.
Rodolfo Urrea